DIBUJO Y MEDITACIÓN
Hace un tiempo leí un comentario del director de cine ruso Andrey Tarkovsky, donde se le pregunto ¿qué es arte? Y el cineasta dice «que para responder este interrogante necesita hablar primero del sentido de la vida, el cual para él es “desarrollarse espiritualmente”. Entonces el arte parece cumplir su función “si la vida tiende a un enriquecimiento espiritual”, es decir, “el arte debe ayudar al hombre” a encontrar su plenitud espiritual». De manera personal vengo desde hace varios años haciéndome la misma pregunta, y me ha hecho hacer un recorrido largo en lecturas, religiones, cine, arte, y mucha filosofía. El director de cine Werner Herzog tiene un hermoso documental que se titula “La Rueda de la Vida” (2003), aquí nos muestra la peregrinación de varios años de Siddhartha Gautama llegando a la ciudad de Bodh Gaya, aquí meditando bajo una higuera, logro aproximarse al nirvana, alcanzo la iluminación y se convirtió en Buda; el documental muestra de manera detallada el ritual de dibujar un mándala, muy elaborado y laberíntico, durante semanas con arena de colores y con una concentración absoluta, una larga meditación, para ser destruido y convertido en polvo, apenas termine la celebración, simboliza el desapego material y la transitoriedad de la vida, podríamos pensar que están locos, pero esto es lo que da sentido a sus vidas. El pintor Balthus en su libro de memorias nos dice que “para mí, pintar es una es una forma de plegaria”, es una larga meditación espiritual, he aquí que el dibujo también al igual que la pintura, es meditación.
Dibujar
es una habilidad que se puede enseñar y se puede aprender, también, los niños
dibujan natural e instintivamente como respirar y se conectan rápidamente si lo
dejan fluir y se concentran, el dibujo tiene el poder de llevarnos y conducirnos
sin esfuerzo hacia una relación profunda con nosotros mismos y con el mundo que
nos rodea, es una forma de ver en profundidad y de conectarnos plenamente con
la vida, es adentrarnos en el mundo de una forma íntima y vemos con la
conciencia, y solo debemos tener papel y
lápiz. Todo el mundo puede dibujar, no hay excepciones, y dejar de preocuparnos
por el resultado. Pero cuidado, tomate el tiempo de ver antes de dibujar y de
mirar intensamente. Cuando dibujamos somos simplemente nosotros, no existe el mundo
exterior, estamos conectados plenamente con eso que tenemos al frente, con el
movimiento del lápiz sobre el papel, la coordinación del ojo, la mano y el objeto
que estamos dibujando, donde se centra toda nuestra atención plena. Estamos
total y profundamente absortos. Estar absorto consiste en ser uno mismo con
aquello a lo que le dedicas toda tu atención en ese momento y hacerlo como si
fuera lo único que existiera en el mundo. Es brotar, manar, correr, fluir.
Somos uno con la actividad y tomamos decisiones creativas sin pensarlo dos
veces, estamos fluyendo. Ser creativo y dibujar es algo natural y común a
todos. Cuando practicamos la meditación evocamos la misma respuesta de dibujar,
es el mismo estado mental “atención plena”. Vida meditativa y creativa son
iguales y paralelas. Estamos en un estado de conciencia del simplemente ser.
Cuando estoy en el discurrir o fluir me pierdo del yo y me descubro en la sencillez
del solo ser y el solo dibujar. Una sensación espaciosa, abierta y libre para
la creatividad. Cuando meditamos y dibujamos es importante regalarnos el
silencio, es tomarnos un tiempo para bajarle el volumen a nuestras vidas
modernas y darle un espacio a la atención plena y a la presencia callada.
Descubre lo que el silencio puede hacer por ti. Y recuerda cada vez que cojas
un lápiz, dibujar es así y disfruta el momento presente. Quien dibuja tiene una
relación única con la forma humana.
Cuando entramos
este año en la pandemia pensamos que nuestro trabajo presencial lo repetiríamos
desde casa, no fue así, cuando vemos morir por la pandemia personas cercanas.
Entonces desde la coordinación y orientación nos sugirieron unas guías
socioemocionales, pensadas como como un mensaje de ánimo y esperanza y donde se
expresen otro tipo de saberes, ahí fue cuando decidí enviar esta guía de artes.
Napoleón
Vargas Peñaranda.
